sábado, 31 de mayo de 2014

Decir "gracias"no es estar agradecido

Decir "gracias" ciertamente dista de sentirse agradecido. Padres y docentes nos esmeramos por enseñar a los niños el uso de las "palabritas mágicas" ("gracias", "por favor"), muchas veces como convenciones sociales que sirvan para contribuir con la inserción social de la criatura en cuestión. Que tenga buenos modales y que sepa comportarse son la meta.
Sin embargo, la gratitud es una cuestión más compleja, que requiere madurez para reconocer el gesto de otro  y para valorarlo a tal punto que nos sintamos comprometidos, que generemos un lazo con ese otro, un "cuentas conmigo", un "sería capaz de hacer algo también por ti". Como lo expresa la lengua portuguesa ("obrigado"), con la gratitud nace una obligación.Es un proceso interno, un sentimiento, y no hay un gesto particular para manifestarlo. Por eso muchas veces solemos expresar que no tenemos palabras para agradecer algo que alguien hizo para nosotros: las palabras no pueden describir ese lazo, ese compromiso que nace con nuestra gratitud.
Como no es susceptible de ser descripta con palabras, la gratitud no puede cerrarse simplemente con la pronunciación de una palabrita. Puede ser que con ese gesto nos presentemos ante los ojos del otro como una persona agradecida. Pero definitivamente decir "gracias" no significa estar, sentirse realmente agradecido, sino simplemente ser hábil para comportarse socialmente. Y eso se aprende. Los padres y la escuela enseñan a los niños a moverse adecuadamente con otros.  Pero, cómo se adquiere la gratitud como sentimiento, como valor? Cómo podemos enseñar a ser agradecidos? Qué acciones pueden promover la gratitud? Sin dudas, podemos sentir gratitud cuando reconocemos y respetamos al otro, aceptamos las diferencias, no somos autosuficientes, sabemos armar redes y sabemos recibir y también dar. Y todo esto no es mágico ni se genera dentro de nosotros de manera mágica (como puede serlo la palabrita "gracias"). Se cultiva. Con amor, con paciencia y con tiempo. De la mano de muchos, la experiencia con todos... Es un largo camino... Pero qué feliz puede llegar a ser una persona si consigue sinceramente ser agradecida.